lunes, 3 de julio de 2017

Crónica: de Miranda a Sotoserrano

Mañana del domingo 25 de junio, última salida del semestre. Pocos somos los que subimos al autobús pero contentos porque el calor de la semana había remitido.

El viaje duró lo que dura una conversación de puesta al día o de otro descanso después del sueño. Llegamos a Miranda del Castañar donde ya nos esperaban Mª José, Carlos y su hija. Después de pasar por El Mirador y tomar el cafelito con magdalenas iniciamos nuestra ruta con las vistas de Miranda enclavada en la Sierra de Francia, una pequeña subida que nos lleva entre robles, viñedos, huertas... con la vista clavada en la sierra.

Todos estábamos de acuerdo en que hacía un tiempo ideal para caminar: el cielo cubierto, no apretaba mucho el sol y de vez en cuando un airecito agradable.

Ya en el Caño Cachope echamos un trago de agua, un rato de conversación y seguimos nuestro camino por el PRCSA – 16, pista que nos conduce por los Rodales, donde pudimos apreciar el reseco del campo por el calor y la falta de agua; aunque encinas, alcornoques, olivos, madroños y algunos cerezos, manzanos... nos iban festejando por el camino.


Pudimos ver también la presierra (Molinillo, Pineda...) y la Sierra de Béjar a lo lejos. Llegados a un punto el grupo se dividió en dos: unos siguieron un camino más o menos llano que pasa por un granja de “gorrinos” y otros hicimos una subida por tres o cuatro repechos para poder tener unas vistas de la zona desde esa posición privilegiada que dan las alturas. Con una diferencia de 10 minutos llegamos los dos grupos al camping de Sotoserrano, habiendo realizado un paseo de 14 kilómetros en cuatro horas.

Media hora de descanso para darse un baño o tomar un refresco y todos al comedor. En el menú habíamos acordado espárragos con zarangollos y en su lugar nos pusieron patatas meneadas (parece que no nos entendimos), pero los del restaurante lo arreglaron poniéndonos unos platitos con espárragos y pimientos. Con la carne y las patatas fritas hubo quien repitió y de postre tarta de fresa o helado con el café (chupitos y demás “en la barra”).

Después de comer hubo quien fue a dar un paseo para ver la confluencia de los ríos Alagón y Cuerpo de Hombre; otros nos quedamos a la fresca sombra de los chopos donde se levantó el aire y llegó incluso a pintinear.

Y como el día no daba para más regresamos a Salamanca alrededor de las 20:30.



Fotografías de la previa.

Fotografías de José Luis García, Alberto Hernández y Paco Labrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario