jueves, 14 de mayo de 2015

Anexo: Gargantas del Jerte

Antes de acudir este domingo al Jerte, para disfrutar de nuestro paseo por las gargantas de San Martín y La Serrá, debemos tener una serie de conocimientos. Los compañeros Enrique Villar y Juanjo García nos ofrecen esta información.

CARACTERÍSTICAS DEL ECOSISTEMA

A) Geología.

Uno de los atractivos de esta ruta es conocer los valles y parajes montañosos del Jerte y conocer la diferencia geológica que existe entre una garganta fluvial con fondo en "V" (San Martín) y una glaciar, con fondo en "U" (La Serrá), originadas en la época cuaternaria (hace 2,6 millones de años hasta el presente). Ambas gargantas discurren de Este a Oeste.

La cuenca de la Garganta de los Infiernos está constituida por tres valles, por los que discurren las gargantas de La Serrá, los Asperones y la del Collado de las Yeguas. La de mayor longitud es la Garganta de La Serrá, que tras su confluencia con la de los Asperones recibe el nombre de Garganta de los Tres Cerros. Los materiales de la mayor parte del territorio de la reserva natural de la Garganta de los Infiernos son rocas plutónicas pertenecientes al gran batolito que constituye el Sistema Central. Este paisaje de rocas recibe el nombre de berrocal. Desde el punto de vista geodinámico, la erosión hídrica fue conformando la actual red hidrográfica, acentuándose la erosión de las zonas elevadas.

En la garganta de San Martín existió un pequeño glaciar, pero de ladera, con fuerte pendiente y muy corto recorrido; estaba formado por una artesa dividida en dos tramos, uno superior con mayor pendiente y otro inferior poco profundo. Esta garganta tiene fuertes pendientes, y valle angosto en "V" sin apenas depósitos aluviales, por lo que se considera que es una zona de descarga fluvial exclusivamente.

El glaciar que formó la garganta de La Serrá llegó a tener unos 5 kilómetros de largo y unos 200-300 metros de espesor de hielo. Este glaciar amplió el valle, le dio fondo plano y acumuló en los laterales y en el frente las rocas que arrancaba. La garganta está formada por el Circo de la Angostura y el Valle de la Serrá. El circo carece de laguna ya que ésta se colmató por los aportes de sedimentos erosionados por las aguas salvajes. El valle presenta un fondo plano con hermosos y dilatados prados alpinos, mientras que sus laderas son bastante pendientes y pedregosas. La naturaleza de las laderas se debe a que están formadas, en su mayor parte, por la morrena frontal del glaciar.

Circo Garganta de La Serrá. Foto: Enrique Villar.



B) Flora.

El valor botánico de la zona es excepcional ya que en ella se pueden observar:
  • Bosques Caducifolios: Con árboles como el roble, el espino, el madroño, el castaño o el cerezo.
  • Bosques de Ribera: La abundancia de cursos de agua, crea numerosas zonas húmedas de las que se aprovechan especies arbóreas como el aliso, el fresno y el sauce. En menor cantidad, pero de gran importancia por su escasez, especies protegidas como el tejo, el acebo y el abedul.
  • Pastizales Alpinos: En las cumbres se forman pastizales alpinos en los que se encuentra el Alphe, la Genciana, el brezo y el azafrán serrano. La presencia del “césped almohadillado”, muy típica y frecuente en los prados alpinos de estas sierras, propició desde tiempos ancestrales que los ganaderos de la zona encontraron en este recinto uno de los mejores agostaderos para el ganado de toda Extremadura. Ya en documentos del siglo XVII se elogiaba este lugar como zona en la que el ganado podía pasar el verano sin peligro de que se desperdigase.
  • Piornales Serranos: El piornal es un matorral adaptado a condiciones adversas, que crece en las zonas altas donde por temperatura o por composición del suelo, es difícil encontrar otra vegetación.
  • El cultivo de la cereza es común en la zona más baja, cercana al pueblo de Tornavacas.

Acompañantes de excepción. Foto: Alberto Hernández.


C) Fauna.

En cuanto a los valores faunísticos de esta reserva, destaca la ya bastante numerosa población de cabras monteses. Dada la diversidad de pequeños microclimas por la diferencia de alturas de la reserva, las especies son numerosas y muy distintas entre sí. El gato montés, la gineta, la nutria, y el extraño desmán, un mamífero de costumbres acuáticas muy difícil de ver.
Han sido inventariadas en la reserva un total de 126 especies de aves pertenecientes a 36 familias. Entre éstas encontramos el mirlo, el arrendajo, la oropéndola, la abubilla y el rabilargo. Rapaces como el águila real, el buitre leonado, el búho real, el halcón peregrino, el milano, el gavilán, el azor, el halcón abejero y el águila ratonera.
Dado el carácter serrano de la red fluvial de la reserva, la especie más representativa es la trucha común (Salmo trutta).

Consultar convocatoria de esta actividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario