jueves, 2 de abril de 2015

Crónica: de Villares de Yeltes a San Felices de los Gallegos

Un año más repetimos excursión por el Abadengo un Domingo de Ramos, aunque en este caso tocaba andar por caminos y no saltar paredes o meterse por vericuetos como el año pasado en las Arribes del Huebra. El día fue impecable, buen tiempo pero sin excesivo calor. Dicen los GPS que en vez de 26 kilómetros fueron 28 y pico, pero los senderistas no se quejaron, porque esta vez fue a capricho. El que se sintió con ganas acabó la excursión, a los que les apeteció o estaban impedidos se subieron al autocar en Bañobarez y así tuvieron más tiempo para saborear el pueblo de San Felices.

El día dio para conversar y fomentar la amistad y el buen trato, cosa necesaria en estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir. Casi ocho horas de trayecto dan para mucho, y además no se perdía el resuello como en otras salidas más montañeras.

Gustó la visita guiada al lagar de San Felices, se aprende más si te van explicando el proceso de obtención del oro líquido procedente de las aceitunas. La pena es que no se podía comprar aceite porque en San Felices no se produce.

Dadas las ganas de los guías por enseñar la comarca donde se han construido su segunda residencia esperemos que no sea la última vez en la que se programe una salida para pasear por la dehesa salmantina en este sector de la provincia.



Fotografías de Alfredo Domínguez.

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