jueves, 30 de enero de 2014

Crónica: Valle del Becedillas

Todo parecía indicar que íbamos a realizar una especie de "déjà vu" de la ruta anterior, por la comarca abulense del Corneja-Alto Tormes, pero en realidad y sin pretenderlo, conseguimos la segunda etapa de un inédito y espectacular recorrido por la frontera entre Salamanca y Ávila. Curiosamente, la próxima salida también seguirá un tramo de ésta ya que partirá de Rágama y pasaremos por Zorita de la Frontera, que como bien nos dice Felipe en la ficha, fueron frontera entre los reinos de León y Castilla, hoy las provincias de Salamanca y Ávila, aunque esto será para otra historia.

A parte del increíble tiempo que disfrutamos, estando las nieves llamando a la puerta, lo más destacado de la jornada fue el ascenso al Berrueco de Gilbuena. Todos íbamos temerosos de su ascenso y especialmente por su descenso, pero ese precioso laberinto de peñascos y encinas nos hicieron más agradable el esfuerzo que estábamos realizando, caos entre el que Enrique, Juanjo y Juanfran se sacaron de la manga una imperceptible y cómoda senda. Una vez arriba, algunos "osados" conseguimos llegar a lo más alto, desde donde se contemplaban unas panorámicas que nos perseguirán mucho tiempo en nuestros recuerdos: 360º libres de obstáculos a nuestro alrededor, se sucedían los verdes valles del Becedillas, Tormes y Corneja. La nieve caída el pasado fin de semana, nos había cubierto las cumbres de Gredos, Piedrahita y La Serrota que contrastaban con el azul celeste. Las poblaciones, Gilbuena, Becedas, Medinilla... parecían maquetas a nuestros pies.

Hablando de pies, ¡cómo llegaron las botas y los pantalones a casa! después de más de un mes lloviendo, el terreno ya es incapaz de drenar más agua, por lo que de aquellos polvos... pero para eso se inventaron las lavadoras y el Gore-Tex.

Da cierto pudor confesarlo, más que ocurra en un grupo senderista, la naturaleza, el monte... pero deciros que ya casi se nos había olvidado qué es eso de comer al aire libre, pues por una razón u otra, en las últimas salidas lo habíamos hecho bajo techado, con cervecitas, pinchos, cafés... ¡que también hay que dar de comer a los pueblos por los que pasamos y que en este tiempo, fuera hace demasiado frío! Pero, ¿quién se podía imaginar que un 26 de enero se iba a estar tan ricamente comiendo en un alto y a la sombra?.

Para terminar y sin perder la costumbre, al llegar a Salamanca, florecieron los paraguas y los días siguientes están siendo de crudo invierno, ¡qué suerte estamos teniendo! ¡Que continúe!.

Fotografías de Eduardo PérezAlfredo Domínguez, Alberto Hernández y Vicente Martín. Recorrido.

5 comentarios:

  1. Jornada inolvidable, como viene siendo costumbre, incluso un día precioso para disfrutar y así lo hicimos. Gracias Juanjo y Enrique ¡Muy buen trabajo!. Eduardo y Alfredo, las fotos como siempre, maravillosas...

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    1. Vicente, gracias por tus halagos, pero tu Power point es para guardar.
      Saludos, Eduardo

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  2. Os animo a que colguéis aquí vuestras impresiones que gusta saber qué le pareció el día a los demás.
    El Invisible.

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  3. Alberto, tus fotos son una preciosidad...

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    1. Hola, simplemente indicar que las fotos no son mías, son de cuatro fotógrafos que aparecen sus fotos y nombres en el reportaje. Solo quería hacer la observación a la Asociación Cultural de Becedas: Qué bonito estaba el Valle del Becedillas, que se nos muestra en dichas fotos.

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