lunes, 17 de diciembre de 2012

Lo que no nos cuentan

En las últimas semanas, meses y años, quien más, quien menos, ha recibido alguna información (mejor o peor presentada) sobre la otra cara de la realidad: el mundillo en el que viven y para el que trabajan nuestros dirigentes.

Aquí, en Castilla y León, quizás parezca que no vivimos en la vorágine neocon de Madrid, Valencia... con sus hospitales privados, con sus televisiones autonómicas. Quizás sea porque aquí somos pocos y pobres y no haya mucho que llevarse. Ya hemos perdido demasiado con la emigración de cientos de miles de paisanos a otros lugares en los que encontraron un trabajo y donde sirven con sus manos y su conocimiento.

Una de las informaciones que más ha circulado es la referente al sistema sanitario y su progresiva privatización. Para conseguirlo no basta con que el político crea que la privatización es buena, hay que hacer ver que no hay otra opción y el ciudadano debe aplaudirla.

Reducir recursos y servicios, ampliar listas de espera, implantar copagos (y repagos), privatizar áreas (lavandería, comidas, gestión de historiales médicos...) y hospitales. Son decisiones que poco a poco se van adoptando en base al discurso (falso) de que "la privada" gestiona mejor (y despide, ahorra, no prioriza la salud...).

Las medidas laborales ya se están implantando con la excusa de la crisis económica (la cual nos presentan como si fuese una maldición del más allá y resulta que no es más que una vuelta de tuerca más del capitalismo): trabajar más por menos (de eso ya saben hasta los funcionarios de la sanidad), doblar turnos, no contratar sustituciones, pérdida de nóminas reconocidas, convenios...

Pseudofundaciones (o fundaciones mal entendidas), aseguradoras, constructoras, inversores... dirigidas por familiares, amigos y otros afines, se citan para rascar del dinero de todos. Un dinero que al parecer no saben gestionar nuestros dirigentes o, cuanto menos, les es difícil gestionarlo de forma eficiente, normal, universal... como siempre se había hecho. Ahora se mantiene el cargo y sus prebendas, pero la gestión se regala a las empresas. Y hablamos de austeridad.

"La mejor empresa pública es la que no existe" (Gerardo Díaz Ferrán, ex-líder de los empresarios españoles, recientemente detenido y acusado de alzamiento de bienes y blanqueo de dinero).

No hay comentarios:

Publicar un comentario