Ha sido noticia a primeros de enero, el incendio producido en los
Picos de Valdesangil, en los términos de Fresnedoso, Sanchotello, Vallejera y
Béjar (Valdesangil), precisamente la zona en la tuvimos la marcha de noviembre.
Cuando era niño era habitual que en verano se quemaran los montes. Lo
hacían los ganaderos para eliminar zarzas, escobas, etc. Alguna vez les iba la
mano y tenía que acudir los vecinos del pueblo a sofocar el incendio, avisados
por el repiqueteo constante de las campanas de la iglesia. Pero desde hace
muchos años no ha habido incendios y la vegetación se ha desarrollado de manera
extraordinaria, recuperándose una gran parte de los bosques y matorral que
había hace siglos.
Lo insólito de este fuego es que ha sido en invierno, pero no es de
extrañar en un tiempo tan seco como el que estamos viviendo. El incendio
comenzó en la vertiente norte, probablemente originado por la quema de maleza,
pero debido a la presencia de un viento racheado el fuego se extendió incontroladamente
por todos los Picos.
Se habrá limpiado el monte, pero también se han quemado árboles de gran
porte, y matorral valioso, dejándonos una imagen de desolación que provoca la
contemplación de unos montes quemados. Pasarán muchos años hasta que podamos
disfrutar de estos paisajes.
José Ramón
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